Los integrantes de la promoción 2017 del Máster en Ingeniería de Competición de Monlau Repsol Technical School han tenido la oportunidad de realizar su primer test automovilístico en el circuito de Calafat (Tarragona). Esta práctica introductoria tiene como principal objetivo que los alumnos puedan vivir una primera experiencia real en pista y formar parte de una estructura profesional en un circuito. Una jornada muy provechosa para la formación de los 30 futuros ingenieros de élite del motorsport.
El test representa un ocasión única de poner en práctica todos los conocimientos teóricos adquiridos en las aulas, en un entorno profesional y asesorados en todo momento por profesores, técnicos y pilotos de primer nivel. En Calafat, los alumnos pudieron trabajar con un SEAT León Cup Racer y un Renault RS01, dos potentes turismos que actualmente compiten a nivel internacional, y el monoplaza Fórmula Renault 2.0. Los encargados de ponerse al volante de estos modelos tan competitivos durante la práctica fueron los jóvenes españoles Iván Pareras y Lluc Ibáñez y el belga Jurgen Smet, todos ellos en activo.
La jornada constó de tres partes. Tras una primera explicación introductoria sobre el circuito y los aspectos principales a tener en cuenta, se formaron dos grupos de 15 alumnos para trabajar por la mañana con el SEAT León TCR con cambio secuencial y por la tarde con el prototipo RS01, durante un interesante shakedown. La tercera parte del test consistió en comprobar cómo influencian los diferentes cambios de reglajes en el rendimiento del Fórmula 2.0 y el Cup Racer.
Daniel Vilar, coordinador del Máster en Ingeniería de Competición de Monlau Repsol Technical School, comenta que es vital para los alumnos poder testear con cambios reales sobre un automóvil de competición todos los parámetros que se explican en clase. Contar con las sensaciones del piloto y los resultados en la adquisición de datos es de gran valor para el aprendizaje de estos ingenieros.
Julia Cueco, alumna del Máster, reconoce que he comprobado que en el circuito hay mucha presión y deben tenerse las cosas claras. Realizar esta práctica es un privilegio y una experiencia inigualable. Sinceramente, creo que es lo máximo que puede pedírsele a un Máster a día de hoy. Su compañero Adrià Castilla, añade que jornadas como ésta representan una base muy buena para aplicar de cara al futuro, ya que permiten ver cómo influyen los cambios de set up a la práctica y recibir la opinión del piloto. Hemos visto que en el circuito la presión es mayor que en el aula.
David Simón, director técnico en el Departamento de Competición de Automovilismo de Monlau Repsol Technical School, subraya que esta práctica de valor incalculable pretende anticipar a los alumnos del Máster todos los aspectos que se encontrarán en su futuro profesional durante un test o una carrera real. Les permitimos tener la responsabilidad del control del timming, la gestión del vehículo y del piloto, el análisis de datos, la toma de decisiones e incluso cómo afrontar averías simuladas.
Esta práctica de automovilismo se suma a la de motociclismo celebrada el mes pasado también en Calafat. Ambas forman parte del intenso programa de estos prestigiosos estudios de postgrado que finalizarán con los proyectos finales. Antes de acabar el curso, los alumnos deberán optimizar el diseño, fabricar y poner a prueba en pista diferentes elementos del kart SKMC16 y la moto3 MC16, vehículos que han ido evolucionando los alumnos desde la promoción de 2014 hasta la de 2016. Será la culminación de nueve intensos meses de formación, en los que habrán dedicado 350 horas teóricas y otras 50 de prácticas para convertirse en ingenieros especializados en motorsport.