Los alumnos de mecánica de Monlau Repsol reconstruyen un vehículo de rallyes

A pocos días de su graduación, los alumnos de segundo curso de Mecánica de Competición de Automovilismo de Monlau Repsol Technical School han tenido la oportunidad de vivir un test de rallyes. Después de meses de trabajo teórico y práctico, los estudiantes han visto cómo el Peugeot 107, que ellos mismos han puesto a punto, rendía a la perfección a los mandos del piloto Álex Teixidor.
La práctica tuvo lugar en el circuito La Codina, propiedad del piloto mundialista Xevi Pons. Un marco idóneo para que Monlau Repsol organizase una jornada de test idéntica a la que celebraría cualquier equipo de competición. Los alumnos se dividieron por grupos y se repartieron diversas tareas asignadas, típicas de un entrenamiento, como la puesta a punto, las asistencias o la comunicación con el piloto. En todo momento, estuvieron guiados por los profesores de la prestigiosa escuela española, todos ellos con una amplia experiencia en equipos profesionales.
Marc Ribas, profesor de Rallyes de Monlau Repsol Technical School, explica que “intentamos hacer un trabajo muy parecido o igual a cualquier equipo de competición, para poder presentarnos a cualquier rallye con total garantía. El objetivo principal es que los alumnos aprendan a hacer una asistencia fuera del taller, es decir, en un marco real y a tiempo real, con la presión que ello conlleva. Cada uno tiene encomendado un trabajo concreto y es responsable de hacerlo bien. Es exactamente lo mismo que se encontrarán cuando se incorporen al mercado laboral”.
El test se desarrolló sobre tierra y asfalto con el Peugeot 107 con el que Monlau Repsol disputó el Volant RACC 2016. Eso sí, los alumnos debieron realizar un gran trabajo previo a lo largo de todo el curso académico para tenerlo a punto, especialmente en la asignatura de motores: “Hemos hecho renacer este motor que se rompió el año pasado. Hasta conseguirlo, hemos dedicado muchas horas e ilusiones para hacer el motor prácticamente desde cero: cilindros, bloque, pistones, culata… Hemos conseguido que resurja y vuelva a dar guerra. Siempre tienes la duda de cómo responderá durante el test y, por eso, nos sentimos orgullosos al ver que todo funciona. Es muy bonito llegar hasta aquí y la sensación compensa todos los sacrificios”, reconoce el alumno Francesc Pelegrina.
Su compañero Sergio González, añade que “desmontar el motor en el aula-taller de la escuela, repararlo, volverlo a montar y verlo rodar de nuevo es un largo proceso que nos ha permitido aprender muchísimo. Además, esta práctica nos da la posibilidad de familiarizarnos con todo el trabajo que representa un test y aprender a desenvolvernos mejor en cada situación. Con estas jornadas, Monlau Repsol da un paso adelante en la formación que es muy valioso para nuestro futuro profesional”.
Además, todos y cada uno de los alumnos recibieron un premio extra: sentirse copilotos durante un tramo. “Después de trabajar muy duro durante dos trimestres, los alumnos viven una experiencia muy bonita como copilotos, que les permite ver cómo se comporta el vehículo y quedarse cien por cien seguros de haber hecho bien su trabajo”, sentencia el profesor Ribas.
“Yo no quería bajarme del coche y me han entrado ganas de conducirlo”, confesaba el estudiante Pelegrina. “Es una experiencia espectacular que te hace sentir muy bien al ver, desde dentro del coche, que todo funciona muy bien”, concluye González. Ambos, junto al resto de compañeros de su promoción, se graduarán como Mecánicos de Automovilismo de Competición el próximo lunes 17 de julio en Barcelona. Con prácticas como ésta, saldrán totalmente preparados para dedicarse de forma profesional al motorsport.

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