Los estudiantes de Iniciación de mecánica de competición de Monlau Repsol Technical School culminaron su primer curso en el centro con una práctica de gran valor académico en el Kartòdrom de Catalunya (Lliçà de Vall). Los alumnos de mañana y tarde hicieron rodar cinco karts restaurados pieza a pieza con sus propias manos durante el último trimestre a muy buen ritmo y sin ningún problema técnico. Sin duda, la mejor recompensa posible al trabajo bien hecho.
La recta final de curso ha sido muy intenso para los estudiantes de Iniciación que han dedicado muchas horas, en las asignaturas de Karting y Motores, a reconstruir por completo cinco karts. Los futuros mecánicos de competición debieron restaurar los chasis y los motores pieza por pieza, para después pintarlos y ensamblarlos. Un apasionante proceso que tuvo lugar en las aulas-taller de Monlau Repsol, siempre bajo los consejos y la supervisión del prestigioso claustro de profesores.
La culminación de todo este apasionante proyecto fue la práctica sobre el circuito, en el que las cinco unidades fueron pilotadas por los jóvenes Jordi y Biel Fugardo, del Monlau Karting Team, y el debutante Guido López. Ellos fueron los encargados de probar sobre la pista las cinco unidades restauradas, con cinco alumnos distribuidos en cada una de ellas. Tras verificar el montaje previo del vehículo, se procedió a organizar un test profesional, en el que los estudiantes fueron introduciendo cambios de set-up en busca de obtener unas mejores prestaciones y de rebajar los tiempos a cada vuelta.
Rubén Simón, profesor de la asignatura de karting de Monlau Repsol, valoró muy positivamente la experiencia: Después de montar los karts desde cero durante el último trimestre, los estudiantes pudieron recoger los frutos de su trabajo viéndolos rodar en la pista, contrastar sus tiempos y conocer las impresiones de los pilotos. Su labor en la escuela ha dado un muy buen resultado en el circuito, ya que todas las unidades han funcionado sin problemas. Esta práctica tiene un valor incalculable y todo este largo proceso les ha permitido aprender mucho de cara a su futuro profesional.
El estudiante Èric Gil corroboraba las palabras de su profesor y añadía con satisfacción que da gusto ver que el trabajo de tantos días ha valido la pena y que, por fin, los karts están en pista rodando a buen ritmo. Esta práctica es el resultado de mucho trabajo y nos acerca al mundo de las carreras de karting. He aprendido mucho en todo este proceso y el colofón fue ver funcionar el kart sin problemas.
Su compañero de promoción, Guillem Alou, reconocía haber aprendido mucho durante todo este proceso: Después de realizar un gran trabajo de restauración y ensamblaje con los karts, llegó el momento de practicar en el circuito y probar varios set-ups para que el piloto esté a gusto y que no surja ningún problema. Es muy divertido pasar un día en el circuito y te aporta un plus muy importante en tu formación, en comparación con unos estudios convencionales, en los que no sales del aula.
Un claro ejemplo de la exitosa filosofía de Monlau Repsol basada en compaginar los conocimientos teóricos impartidos en el centro barcelonés con prácticas en circuitos nacionales e internacionales. Una estrategia pionera que persigue ofrecer la mejor formación posible a sus alumnos antes de convertirse en mecánicos de competición de primer nivel.