El trazado tarraconense albergó la primera práctica de los alumnos del Máster de Ingeniería en Motorsport impartido por el prestigioso centro barcelonés.
En su proceso de formación, los estudiantes conocieron sus futuras responsabilidades como ingenieros de pista, tanto de automovilismo como de motociclismo.
“Esta práctica es de vital importancia porque sirve para que los alumnos tengan un primer contacto en el circuito con diferentes tipos de vehículos”, afirma el coordinador Carlos Torrado.
Los integrantes de la duodécima edición del Máster de Ingeniería en Motorsport de Monlau Repsol Technical School vivieron su primera experiencia profesional en un circuito, durante la práctica de automovilismo y motociclismo celebrada en Calafat (Tarragona). El objetivo de esta iniciativa es acercar a los futuros ingenieros de competición a la realidad con la que se encontrarán una vez concluyan su proceso de formación.
La intensa jornada sirvió para que los 21 alumnos de estos estudios de postgrado pudieran conocer de primera mano el funcionamiento de un equipo durante un test real y saber cuáles serán sus funciones tras la finalización del Máster. La actividad comenzó con un trackwalk para que los estudiantes pudieran reconocer el trazado tarraconense. Acto seguido, se dividieron en grupos reducidos para practicar detenidamente las responsabilidades de un ingeniero de pista y comprobar la importancia de la adquisición de datos y el set-up en vehículos muy distintos.
Los futuros profesionales del motorsport dispusieron de las instalaciones del circuito de Calafat en exclusiva para poder practicar tanto en la modalidad de automovilismo, como en la de motociclismo. Por un lado, tuvieron la ocasión de familiarizarse con los trabajos a realizar durante un test con un monoplaza Fórmula Renault 2.0 y un turismo Cupra León MKIII, pilotados por Alba Cano e Iván Pareras. Paralelamente, también pudieron practicar con una supersport Honda CBR600RR y una prototipo Moto4, con Diego Grande y Syradifuddin Azman Damok al manillar. El trato directo con los pilotos, para conocer sus impresiones después de cada tanda, también es uno de los puntos fuertes en esta actividad.
“Esta práctica es de vital importancia porque sirve para que los alumnos tengan un primer contacto en el circuito con diferentes tipos de vehículos. Distribuidos en grupos reducidos pudieron conocer el trabajo en pista que realiza un equipo profesional y la importancia de los diferentes settings, durante una jornada muy intensa y didáctica que tanto alumnos como profesores vivimos con auténtica pasión”, afirma Carlos Torrado, coordinador del Máster en Ingeniería de Competición.
El alumno Ricardo Giménez, que ha optado por la especialización de automovilismo, reconocía que “trabajar en un circuito es algo muy serio; muchos no estamos acostumbrados y este primer test ha resultado maravilloso para nosotros. Nos ha servido para poder ver cómo es el día a día en un trazado y constatar que hacer tiempos requiere de un gran trabajo previo”.
Su compañero Fernando Jesús García, estudiante de motociclismo, se mostraba “muy contento de haber tenido la primera toma de contacto con las motocicletas en un circuito, probar diferentes settings, practicar la adquisición de datos y la comunicación con los pilotos para conocer sus sensaciones. La experiencia en general ha sido muy positiva para todos”.
Este tipo de test forma parte del exclusivo proceso formativo que reciben los futuros ingenieros de competición en Monlau Repsol Technical School en su camino hacia la élite del motorsport. Durante estos prestigiosos estudios de postgrado, los alumnos tendrán la oportunidad de realizar 50 horas de prácticas en diversos circuitos y competiciones, dentro de su completo temario que consta de 350 horas lectivas.