El ex copiloto del Mundial de Rallyes visita por octavo año consecutivo el prestigioso centro de formación barcelonés.
El bicampeón del mundo gallego contagia su entusiasmo a los jóvenes alumnos de primer curso de Mecánica de Competición de Automovilismo.
Luis Moya visita, una vez más desde 2010, la sede de Monlau Repsol Technical School, para compartir sus amplios conocimientos automovilísticos con los futuros mecánicos de competición. El ex copiloto gallego ha ofrecido una clase magistral a los alumnos de primer curso de Mecánica de Automovilismo que, además de aprender, han quedado cautivados por el entusiasmo, experiencia y humildad de su laureado ponente.
Durante dos interesantísimas horas, Luis Moya ha resumido su exitosa trayectoria deportiva, empezando por sus inicios como copiloto de rallyes en 1983 junto a José Mariñas. Cinco años más tarde comenzó su relación con Carlos Sainz, piloto al que acompañó hasta el 2002, cuando se retiró con dos títulos mundiales a sus espaldas (1990 y 1992). En su brillante palmarés figuran la friolera de 161 pruebas mundialistas y 24 victorias.
Tras su retirada, Moya siguió vinculado al Mundial de Rallyes como mánager general del equipo Subaru, con el que conseguiría un título de pilotos con el noruego Petter Solberg. En la actualidad, el gallego ejerce de embajador del equipo Volkswagen de rallyes.
Gracias a su dilatada experiencia en el mundo de los rallyes, Luis Moya ha explicado la evolución sufrida por dicha modalidad automovilística a lo largo de la historia, tanto a nivel técnico como de reglamentación. Asimismo, ha comentado cómo es la estructura de un equipo del WRC y la vital importancia que adquieren los mecánicos dentro de la misma, a base de esfuerzo, disciplina y buena organización.
Con clases magistrales como la impartida por Luis Moya, Monlau Repsol Technical School consigue acercar a sus alumnos al pasado, presente y futuro del motorsport, explicado en primera persona por sus propios protagonistas. Su impagable conocimiento aporta a los futuros mecánicos de competición un plus enorme, al transmitirles, más allá de conocimientos teóricos, unos valores humanos y una pasión sin los cuales les resultará imposible triunfar a nivel profesional.
