Tan solo una semana después de vivir su primera experiencia en un circuito, con la práctica introductoria de automovilismo, los 30 alumnos del Máster en Ingeniería de Competición de Monlau Repsol Technical School se han enfrentado a la práctica introductoria de motociclismo con un test en el circuito de Calafat (Tarragona). La finalidad de esta prueba no era otra que dar a los futuros ingenieros de competición la oportunidad de ver de primera mano cómo se plantea el trabajo de una estructura profesional en un circuito, esta vez con las motos como protagonistas. Después los conocimientos adquiridos en las aulas durante las últimas semanas, los alumnos tuvieron una nueva oportunidad de complementar la teoría con la práctica. Para empezar pudieron dar una vuelta a pie al circuito con los pilotos nada más llegar, con el objetivo de reconocer la pista, y a continuación vieron cómo se establecía el mapa de cambio y se preparaba la moto antes de salir a pista para realizar las tandas. Los alumnos trabajaron con dos motocicletas: la MC15, que construyeron y diseñaron los ingenieros del Máster del año pasado, y la Honda NSF estándar de 2012, la moto de referencia del proyecto final del Máster que también se pretende mejorar este curso. Los encargados de llevar a cabo el test fueron José Luis Carrión, asesor deportivo del Team Estrella Galicia 0,0 de Moto3, y el joven Miguel Parra, piloto del School Team de PreMoto3. Xavi Palacín, Jefe de Mecánicos de Moto 3 del Team EG 0,0 y profesor del Máster, acompañó a los alumnos durante la práctica y asegura que “podemos explicar muchas cosas en clase, sensaciones del piloto y comportamiento de la moto, pero cuando los alumnos lo ven y lo viven en directo es cuando realmente se lo creen”. El profesor del Máster afirma que “después de la base impartida en las clases, cuando en la práctica cambiamos unos muelles ellos ven qué efecto tiene, tanto con sensaciones como con adquisición de datos”. Éste es, sin duda, el gran objetivo de estas prácticas. Y es que el equipo hace partícipes a los alumnos para la puesta a punto de la moto, en la decisión de los settings para salir a pista. Por un lado la parte ciclo, que incluye geometría, suspensión, neumáticos y presiones, y por otro la parte motor, comprendiendo mapas, encendido, inyección, freno motor y ajuste de la relación de cambio. Una experiencia muy enriquecedora tal y como explica el alumno del Máster Joan Marc Torres: “Estas prácticas me parecen muy útiles porque al fin y al cabo todo lo que hemos ido aprendiendo en las clases teóricas lo podemos aplicar en el circuito, que es donde realmente se aprende. Hemos visto cómo se desarrollan los settings de la moto a lo largo de toda una tanda de entrenamientos y también el feedback que nos da el piloto, intentando ajustar los settings a sus sensaciones”. Esta última es una parte fundamental. Los futuros ingenieros de élite de Monlau Repsol analizaron los datos ofrecidos por la moto en pista y aprendieron qué tipo de comunicaciones se establecen con el piloto para luego cruzar estos datos con sus sensaciones al manillar y poder trabajar mejor la puesta a punto. Para ello, un punto fundamental es el ‘background’ obtenido en clase: conocer los principios básicos telemétricos en pista, valores, documentación, hojas de control y el buen funcionamiento de los canales y sensores de la moto. Para David Cabau, director técnico del departamento de competición de motociclismo de Monlau Repsol Technical School, “estas prácticas tienen un valor incalculable cuando estás formándote, porque te permiten trabajar con un material de primer nivel con un equipo profesional pero en un formato totalmente educativo, en el que hay lugar para todas las preguntas ‘in situ’ en pista”. Todos los conocimientos adquiridos y la información recabada en estas prácticas servirán a los 30 alumnos del Máster de Ingeniería de Competición para ir avanzando en su proyecto final. Con el apoyo de las Becas Repsol, la mitad de ellos diseñarán y construirán una Moto3 y la otra mitad un kart de competición.